Desde marzo del 2020 el mundo se vio obligado a confinarse por la propagación del COVID-19, haciendo que la economía mundial tomara un respiro. Desde el punto de vista del comercio internacional, el confinamiento generó consecuencias como la reducción en la cantidad de trabajadores portuarios, el cierre de agencias logísticas, la reducción de barcos en las navieras y por tanto la escasez de camioneros y contenedores.
A qué se debe la congestión y escasez de contenedores
Ante la interrogante sobre a qué se debe la congestión y escasez de contenedores, se podría decir que la disponibilidad de contenedores se ha visto afectada por los siguientes motivos:
- Reducción de barcos por parte de las navieras y la disminución en las exportaciones de Estados Unidos hacia China.
- Reducción en la capacidad de transporte marítimo.
- Cambios en los flujos comerciales de ecommerce.
- La demanda anticipada de contenedores reefer para la logística de vacunas.
Es necesario mencionar que, debido a la pandemia, la cual trajo consigo una crisis de salud y económica, la falta de contenedores incrementó y generó importantes consecuencias en el transporte marítimo.
La escasez de contenedores sacude el comercio mundial
La escasez de contenedores sacude el comercio mundial, aumentando el precio de compra de nuevos contenedores y las tarifas de arrendamiento en un 50%.
Un aumento en las exportaciones chinas y la sólida demanda de los consumidores en los EE.UU. ayudan a explicar la estrechez, y las navieras como Hapag-Lloyd están luchando para reposicionar sus contenedores de 40 pies desde las partes menos ocupadas del mundo.
Varios investigadores consideran que esta problemática puede solucionarse de la mitad del año 2021 hacia delante. Sin embargo, advierten que hay que esperar el efecto que generen las vacunas, la forma en cómo evolucione la pandemia y las distintas medidas que implementen los gobiernos del mundo frente al COVID-19.
Aumento de tarifas en los puertos alteran la logística global
La actual lucha por los contenedores ha contribuido a un aumento de tarifas en los puertos que alteran la logística global y en las tarifas oceánicas, particularmente a lo largo de las rutas transpacíficas. En algunos casos, las navieras no han podido cumplir con las reservas debido a la escasez de contenedores en Asia.
Esta escasez implica que los importadores se enfrenten a esperas más largas por sus productos y podrían pagar tarifas adicionales para asegurar el equipo de transporte. El impacto puede extenderse más allá del flujo de bienes entre las dos economías más grandes del mundo (China y EE. UU).
Sumado a ello, los fabricantes manifiestan que ya no pueden cumplir con los pedidos de nuevos contenedores, a pesar de que el precio de un nuevo contenedor de 40 pies ha subido de US$1.600 a US$2.500 durante el año pasado. Así mismo, el precio del envío de un contenedor de 40 pies desde China a Europa es ahora el doble que hace un año, afectando de manera notable a las medianas empresas.
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